Según un informe publicado por el organismo internacional OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), España es el segundo país con las herencias más altas, un hecho que merece de gran atención ya que según se explica en su publicación, esto es algo que tiene mucho que ver con la desigualdad económica y con la movilidad social.
Superado por Austria y con Italia pisando los talones, España de acuerdo a varios expertos, arroja estas cifras, en parte gracias a la cuantiosa inversión que llevan a cabo los hogares en vivienda. En este sentido, lo que se manifiesta es que cada vez importa menos la cifra que se gane en el trabajo, pues la verdadera trascendencia se la lleva el valor que se va a heredar al igual que el monto de dinero que se pueda tener reservado en el banco.
La gran desigualdad entre los que heredan y los que no
Considerando que al menos un tercio de las familias españolas ya han recibido una herencia o donación, los autores de dicho informe buscan ahondar hasta conseguir establecer las implicaciones y efectos de su recepción sobre la riqueza, algo que arroja una conclusión bastante clara: son los hogares con mayores ingresos los que más altas probabilidades tienen de hacerse acreedores a donaciones y herencias, siendo preciso indicar que esto es algo que puede variar de país a país.
Se sabe, por ejemplo, que entre los españoles, la desigualdad más notable se establece en las cantidades que se heredan, haciéndose evidente una brecha casi que exagerada entre lo que pueden llegar a ingresar ricos y pobres, determinándose un promedio de unos 350.000 euros para los primeros y unos 100.000 euros para los segundos.
Lo anterior en ningún momento postula que los ciudadanos de España sean ricos, se plantea más bien que existe una especie de riqueza pasiva que deja ver una población acomodada que es mucho más grande de lo que se pensaba y es que al tratarse de un país desarrollado esto es importante ya que se llega a reflejar en las diferencias salariales, que son cada vez más apabullantes.
La aplicación de los impuestos a la herencia
Siendo tan necesario el impuesto a las sucesiones, lo cierto es que el estado español se ha olvidado aproximadamente desde la década de los ochenta de actualizar el diseño legal de este, es por ello que se observa casi que una competencia fiscal entre comunidades, lo que lleva a que en unas sea de tipo confiscatorio y en otras plenamente bonificado.
Ante la tendencia a la desaparición de este gravamen en distintos países, se intuye que, de ser así, al menos en España un 72.4% de los ciudadanos con ingresos anuales entre 6.000 y 60.000 euros serían los más directos perjudicados debido a la pérdida que se daría en la recaudación de las arcas generales del estado.
Mientras los mayores acumulan herencias para dejar a los jóvenes, la edad para poder recibirla se expande en parte por cuenta del crecimiento de la esperanza de vida.