El asilo como derecho fundamental en Europa

derecho al asilo

Regulado por el Derecho Internacional Humanitario, el derecho de asilo hace referencia a la acogida de una persona extranjera para que resida de forma legal en un país que no es el suyo y adicionalmente cuente con las garantías precisas para no ser expulsada, además de la documentación precisa para desenvolverse con la mayor normalidad en su nueva vida diaria.

Partiendo de la hostilidad de la que muchas veces hacen gala los poderes políticos, el derecho internacional de acogida, no tendría que ser exclusivamente una práctica administrativa, pues a fin de cuentas hay seres humanos de por medio que, con heridas de una violencia previa padecida en sus tierras, deben exponerse a errar mientras encuentran un lugar en el que sus derechos sean finalmente reconocidos. Si bien se tendría que tratar de un régimen de protección que surge de lo que serían las proclamaciones de la posguerra, lo cierto es que muchas veces suele encontrarse salpicado de rechazo y persecución.

El derecho a la circulación, la residencia y el asilo

Dado que la migrancia contemporánea se encuentra rodeada casi que de un hábito de rechazo por parte de las políticas de los estados y de una especie de aversión que se desprende de los ciudadanos, Europa definitivamente no se encuentra ajena a todo esto, de ahí los planteamientos de hacer lo preciso hasta conseguir que el reconocimiento del asilo sea asumido como un derecho fundamental que debe respetarse por encima de todo.

Con unos criterios oficiales sumamente restrictivos para que alguien pueda acogerse al derecho de asilo, todas las distinciones que llegan a efectuarse no consiguen más que desvirtuar los conceptos expuestos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde se estipula hacer valer el derecho a la circulación y a la residencia.

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Acudiendo al artículo número seis de la Declaración Universal, donde se determina que todo individuo tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica sin importar donde se encuentre, lo cierto es las leyes y principios estatales parecieran el haber acordado interferir con el gozo de este derecho por parte de los migrantes.

El derecho de acogida en Europa

La Unión Europea ha caído varias en el incumplimiento de los tratados de asilo existentes, es así como el Convenio Europeo de Derechos Humanos, se establece como una de las disposiciones más pisoteadas que en este sentido se puedan llegar a encontrar.

El caso del buque Aquarius, que con 141 personas a bordo llegó al puerto de Malta con el objetivo de que inmigrantes y refugiados pudieran desembarcar, es un caso concreto que deja en evidencia los vacíos jurídicos que existen sobre el tema, pues, aunque ningún país de la UE tiene la obligación legal de optar por ofrecer sus puertos para dicho fin, asimismo, tampoco existe alguna ley que lo impida.

Por tratarse de una parte móvil de la humanidad que se origina en las desigualdades entre países, el desarraigo que suele acompañar a quienes se encuentran en búsqueda de asilo, no tendría que asumirse desde una actitud condenatoria ya que lo apropiado seria intentar subsanar de alguna manera lo difícil de sus circunstancias.

 

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