A la hora de hacer frente a un divorcio o una separación hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones legales, ya sea de mutuo acuerdo o de forma unilateral por parte de uno de lo cónyuges.
Para que se pueda disolver el vínculo matrimonial y el proceso pueda realizarse de la manera más rápida posible, sobre todo si hay hijos menores, quienes se verán afectados por la nueva situación familiar. Algunas recomendaciones son las siguientes:
- Antes de iniciar ninguna actuación es recomendable pasar por un periodo de reflexión, incluso acudir a las terapias correspondientes para valorar si la situación se puede resolver de otra forma.
- Si ambos integrantes de la pareja mantiene la voluntad de separarse, en el caso de que haya alguna duda se recomienda apostar por iniciar un proceso de separación. Este, a diferencia de lo que ocurre con el divorcio, no disuelve el vínculo matrimonial, por lo que podría quedar sin efecto en el caso de que haya una posterior reconciliación.
- Si la decisión es irrevocable y firme, lo más conveniente para un divorcio es que este se lleve a cabo de mutuo acuerdo. De esta forma los cónyuges podrán pensar en el interés de la familia por encima de sus propios intereses, algo necesario cuando hay hijos menores. Todas las medidas tomadas por los progenitores deberían ir enfocados a tratar de que la nueva situación sea lo menos perjudicial posible para los hijos. En ese sentido sería aconsejable acudir a un mediador familiar. El proceso de mutuo acuerdo, ya sea judicial en el caso de que haya hijos o extrajudicial si no los hay, es la manera más rápida, eficaz y económica para finalizar un matrimonio.
- Si no es posible disolver el matrimonio de mutuo acuerdo, habrá que acudir al divorcio contencioso regulado en el artículo 86 del Código Civil. Este procedimiento se inicia mediante una demanda.
Lo más aconsejable, por tanto, es que la separación o divorcio se tome de mutuo acuerdo, ya que es la forma más eficaz, rápida y económica para ambos cónyuges.