Así saltan la ley los Okupas en viviendas ajenas

Casa Okupa

El movimiento okupa sabe a la perfección el modus operandi que debe seguir para poder invadir las casas y ocuparlas sin que nadie pueda echarles. Para conseguir su objetivo buscan aprovechar los agujeros que tiene la ley.

A menudo, los Okupas buscan viviendas antes de ser ocupadas por las familias que las han comprado y rompen las cerraduras para entrar en las mismas. A menudo acostumbran a llamar a la policía y autodenunciarse, aunque pueda resultar paradójico.

Al autodenunciarse y recibir la visita policial, les indican que llevan varios días allí aunque sea mentira, ya que esta mentira es clave para evitar un posible desalojo.

Esto se debe a que la policía puede desalojar sin necesidad de orden judicial una vivienda que ha sido ocupada de manera ilegal, siempre que haya sido ocupada en un tiempo máximo de 48 horas.

 

 

Una vez han transcurrido dos días desde la ocupación es necesaria una orden judicial, lo que hace que desde ese momento se deba iniciar un proceso que puede llegar a durar varios años. Por esta razón acostumbran a mentir nada más acceder a las viviendas y así hacer ver a la policía que son ocupas pero que ya han cumplido con el tiempo mínimo estipulado para que puedan ser desalojados sin orden judicial.

Estas maniobras llevadas a cabo por los Okupas no son casuales y están reflejadas en un Manual de Okupación, en el cual se indican los pasos que se deben seguir para forzar entradas, romper los bombines de las puertas y así proceder a la ocupación de las viviendas sin la posibilidad de que los puedan echar.

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Así pues, los Okupas utilizan esta forma de actuación a la hora de acceder a las viviendas y proceder a su ocupación de manera ilegal, asegurándose un lugar en el que vivir durante grandes periodos de tiempo.

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